Los Guardabosques

La magia concentrada en la Torre Arkana de Skuchaín lleva allí incontables años. Cuando Theodus la descubrió, comprendió que aquel lugar serviría como catalizador del aprendizaje de conjuros y desarrollo de magos. Fue por ello que fundó la escuela. Sin embargo, toda la magia que se desprendía de la torre, en ocasiones, se hacía difícil de contener.

Solía pasar que cuando los magos ejecutaban algún hechizo de gran poder, o extraían la esencia mágica de la torre por cualquier medio, se abrían portales al mundo faérico: una dimensión en la que habitaban hadas, gnomos, trasgos e incluso algunos duendes sin dueño. El mundo faérico podía no resultar peligroso al principio, pero a medida que todas esas criaturas se colaban en la tierra de los mortales, ésta iba perdiendo sus leyes físicas naturales: “arriba” pasaba a ser “abajo”, el día y la noche se confundían, los animales volaban… un caos, en definitiva, que amenazaba con envolver toda Calamburia. Así, Theodus fundó la orden de los Guardabosques: hombres y mujeres conocedores de magia, herederos algunos de la casa Natura, encargados de vigilar los portales alrededor de la torre que conducían a los bosques faéricos del otro lado. Su objetivo era velar para que las criaturas faéricas no se colaran en exceso, medir el tamaño de estos portales que nacían alrededor de Skuchaín y vigilar que no se abriera ningún portal nuevo.

Los guardabosques han estado transitando por nuestro mundo y los bosques faéricos durante muchos años, y buscando que no hubiera demasiadas criaturas campando a sus anchas por el reino mortal.

Aodhan es uno de esos guardabosques. Él, como alguno de los de su profesión, comenzó como mago estudiando en la Torre Arkana. Pocos saben por qué no llegó a convertirse en impromago, pero le hecho es que no superó el examen: unos dicen que fue porque sencillamente no fue apto; otros, que su bondad le llevó a intercambiar su examen por el de otro compañero que había suspendido (y que al final, gracias a la sabiduría del Archimago, terminó en las minas). Sea como fuere, no llegó a vestir la capa. Sin embargo, el Archimago fue benevolente, y en lugar de destinarlo a las minas le otorgó un trabajo como guardabosques y lo asentó en una cabaña al pie de la torre.

Allí Aodhan se casó y tuvo una hija, Brianna. Su vida transcurrió con normalidad. su esposa, Anya, también era guardabosques y entre ambos empezaron a fraguarse la fama de los más eficientes de cuantos rodeaban Skuchaín.

Sin embargo, todo cambió cuando se desató la Maldición de las Brujas. Aquel acontecimiento hizo temblar los muros de Skuchaín y desató la magia como nunca antes había sucedido. Los portales al reino faérico se abrieron por todas partes, y toda la orden de los guardabosques tuvieron que emplearse a fondo para cerrarlos. Uno de aquellos portales, uno tan grande como un edificio, se abrió apenas a dos metros del muro de la torre. Brianna, Aodhan y Anya corrieron a cerrarlo, para lo cual fue necesario introducirse en los bosques faéricos. El portal fue cerrado… pero sólo Aodhan y Brianna regresaron. Ayna se había perdido, desorientada, tal vez, en aquella dimensión formada por un bosque infinito.

La Maldición de las Brujas fue revertida y los guardabosques volvieron a tener controlados los portales, pero Aodhan y Brinanna nunca volvieron a saber de su madre, algo que a Brianna no ha dejado de torturarle.

Desde entonces, la hija del guardabosques se ha propuesto recorrer los bosques faéricos para dar con su madre. Esto, en algunas ocasiones, la ha distraído de sus obligaciones, algo que su padre -quien ha aceptado que no volverán a ver a Anya- le ha recriminado en múltiples ocasiones. Descuidar los portales podría ser más peligroso de lo que parece, pues si las criaturas entraran en masa, Calamburia podría desestabilizarse. Brianna, sin embargo, sigue empecinada en su meta, y todo apunta a que no descansará hasta averiguar qué le sucedió a su madre.


LOS GUARDABOSQUES

Presentación

Son los encargados de vigilar las grietas dimensionales y los portales que conectan nuestro mundo con el universo mágico en el que viven todo tipo de criaturas mágicas. Ellos procuran que esos seres no invadan nuestro mundo, pues si lo hicieran, las consecuencias serían fatales para nuestra realidad. ¡Saludad a los Guardabosques!


La pareja

Aodhan

Antaño fue estudiante de magia en la Torre Arkana. Suspendió el examen, pero el Archimago encontró para él una labor de gran importancia: vigilar el mundo faérico y procurar que nada lo traspase. ¡Un gran saludo para Aodhan Connor, el Vigilante dimensional!

 

Brianna

Es la hija del guardabosques, y aunque ha aprendido el oficio por vocación, persigue una meta todavía más importante: recuperar a su madre, quien un día se perdió en el mundo faérico para no regresar. ¡Ella es Brianna Rastreabosques Connor!

Los Recaudadores

Hay trabajos buenos, trabajos malos… y luego está el trabajo de recaudador de impuestos. Por fortuna, para este tipo de trabajos siempre hay gente, no sólo dispuesta a realizarlo, sino con un don para hacerlo de la manera más efectiva posible. Tal vez por eso don Vítulo y doña Constanza son los mejores recaudadores de impuestos de toda Calamburia. Parecen haber nacido para ello, como si el mismo Titán los hubiera designado para una labor tan poco agradecida.

Sí, los recaudadores no son muy queridos en Calamburia. ¿Cómo sentir aprecio por gente que se dedica a cobrar los impuestos -en ocasiones, demasiado elevados- y a perseguir a los morosos sin descanso? Nadie se libra del cobro que exige la Corona… bueno, casi nadie.

Porque lo cierto es que la Corona cobra más a quienes se han rebelado alguna vez contra ella, y en cambio, es generosa con quienes siempre le han sido fieles. Así, las tierras del norte, donde viven los salvajes, han sufrido y sufren el cobro de unos impuestos elevados, ya sea en calamburos o en especias. Allí Vítulo y Constanza se ven obligados a ir protegidos por soldados, pues los salvajes no siempre están dispuestos a pagar así por las buenas.

En cambio, lugares como la Torre Arkana de Skuchaín disfrutan de impuestos muy, muy bajos. Tanto es así, que de vez en cuando Vítulo y Constanza sólo exigen como pago unas pastitas de las que hacen los duendes que trabajan en las cocinas, o presenciar algún que otro hechizo menor que hayan aprendido los alumnos de primer curso. Un pago figurado que agradece la lealtad de la Torre y los impromagos, por tantos y tantos años ayudando a la Corona frente a las adversidades.

No importa si el cliente quiere pagar o no, Vítulo y Constanza son implacables con los deudores. A pesar de las reticencias, las huidas, las excusas e incluso a pesar de la violencia, ellos siempre terminan cobrando. Es por ello que ambos saben combatir… ¡nunca se sabe cuando alguien, en apariencia bondadoso, va a resistirse a la autoridad!

Entre los dos poseen el récord de más deudas cobradas y, de hecho, se jactan de haber cobrado a las mismísimas amazonas un impuesto anual por uso y disfrute de las marismas, algo que ningún recaudador había logrado antes.

Sí, es cierto que no tienen demasiados amigos. Muy pocos, a decir verdad, pero eso a ellos no les importa. ¿Qué es la amistad comparada con el tintineo de una buena bolsa de calamburos, fruto del último cobro de impuestos?

La amistad y las alianzas están sobrevaloradas… salvo la que mantienen el uno con el otro. Por supuesto, no hay ninguna relación carnal entre ellos, sino una extraña química fruto del amor por el dinero y los cobros. Tal vez algún día esta relación pase a ser algo más… emocional, pero por el momento estos dos recaudadores siguen sin sentir emoción alguna.


LOS RECAUDADORES

Presentación

Son los encargados de cobrar los impuestos que la corona impone a las diferentes provincias de Calamburia, un trabajo en el que no se consiguen muchos amigos. Se ocupan de que todo el mundo pague a tiempo, de modo que si alguno de vosotros tiene deudas con la corona, es posible que hoy salga de aquí con los bolsillos vacíos. ¡Un aplauso para los Recaudadores!


La pareja

Doña Constanza

Su memoria prodigiosa le permite recordar cada deuda y cada una de las cuentas que faltan por saldar, y hay quien dice que tiene un extraño poder sobrenatural: un sexto sentido para detectar a un moroso a cientos de metros.

¡Ella es doña Constanza!

 

Don Vítulo

De niño ya pedía a sus padres un impuesto sobre el “privilegio de la paternidad”. Es un cobrador implacable que sueña cada noche con cascadas de monedas, cuentas saldadas y bolsas llenas… sus bolsas, claro está.

¡Él es don Vítulo de Instántalor!

Las Amazonas

Hace muchos años, cuando los Salvajes dominaban la tierra de Calamburia, la esposa de uno de los líderes, llamada Akanni, asesinó a su marido porque éste era cruel con ella. La muerte fue a vista de todos, pues Akanni no deseaba que se la viera como una cobarde, de modo que mientras su esposo hablaba a su tribu le degolló con un cuchillo. La tribu no supo cómo reaccionar, pero Akanni no tardó en proclamarse líder de todos ellos, prometiéndoles que lo haría mucho mejor que su esposo, y que les conduciría a nuevas tierras que conquistar.

Así fue cómo nació la primera tribu de salvajes liderada por una mujer.

Sin embargo, la noticia de cómo Akanni había llegado al poder no sentó bien a los líderes de las tribus vecinas, que una y otra vez intentaron conquistar sus tierras y eliminarla. Akanni conseguía defenderse de los ataques, pues era mejor estratega y más astuta que todos ellos, pero no tardó en comprender que nunca la dejarían en paz; más aún, los hombres que componían su propia tribu también deseaban arrebatarle el mandato, de modo que un día tomó una decisión:

En secreto, habló con todas las mujeres del pueblo y las conminó a viajar lejos, a esas tierras que les había prometido conquistar. Su objetivo se encontraba al sur, pero no podrían hacerlo acompañadas de los hombres. Cada uno de ellos deseaba traicionarla, incluso cuando Akanni había demostrado ser mejor que ellos, de modo que tendrían que dejarlos atrás.

Y así, una noche, las mujeres de la tribu de Akanni dejaron a sus maridos durmiento y viajaron muy al sur, a las marismas, donde se instalaron con un nuevo nombre de tribu: las Amazonas.

Las amazonas son una tribu derivada de los salvajes que consta únicamente de miembros del sexo femenino. Los únicos varones que son aceptados entran como esclavos sexuales. Se les somete, se les utiliza para procrear y se acaba con su vida. Las amazonas consideran a todos los hombres propensos a la traición y, por ello, cada varón es visto como alguien de quien no hay que fiarse.

Hoy día, las amazonas ocupan y consideran su territorio a las marismas al sur de Calamburia. Esta tierra desolada y hosca ha sido su hogar durante cientos de años, pero ellas, como hicieron los salvajes en su día, también desean expandirse. Por eso de cuando en cuando organizan grupos de ataque a Instántalor, y también al este, a las tierras de los nómadas. Algunas de las tierras de occidente fueron ocupadas en su día (cerca del faro cóncavo) pero al estar prácticamente despobladas las Amazonas no tardaron en abandonarlas: a ellas lo que verdaderamente les gusta es conquistar ciudades, pueblos y terrenos habitados, y demostrar a todo el mundo que son guerreras muy a tener en cuenta.

Algunas amazonas se contratan como asesinas a sueldo, puesto que en su sociedad han aprendido muchas formas de ataques a distancia. Este es el caso de Ainía. Su destreza con la cerbatana ha hecho que algunos acudan a ella para que les libere de sus enemigos. Ainía conoce el arte de fabricación de venenos, y sabría elaborar uno que acabara con su objetivo incluso antes de que su cuerpo tocara el suelo. No obstante, Ainía guarda una intención secreta: se mezcla con los habitantes del norte y realiza contratos con ellos para conocerlos mejor, pues un día espera reunir un ejército lo suficientemente grande como para atravesar las murallas del Palacio de Ámbar.

Majají, por su parte, es con mucho la guerrera más diestra de la tribu. Algunos aseguran que, de niña, recibió la visita de una Pantera de pelo oscuro, que no era sino un poderoso espíritu de la tierra. La Pantera rugió cerca de su cuna, y el espíritu pasó del animal a la mujer. Desde entonces Majají ha recibido una bendición: sus enemigos han comprobado que resulta muy difícil de matar. Es extraordinariamente fuerte y resistente, y sana sus heridas a un nivel mucho más acelerado que el resto. Los miembros de su tribu aseguran que la Pantera Oscura la protege.

Las Amazonas son una amenaza para las tierras más civilizadas, pero algunos aseguran que. Como sucedió en el pasado con Akanni, si ellas gobernaran la tierra no volvería a conocer la guerra.

Otros, por contra, no ven más que a unas fieras guerreras capaces de acabar con todo el que se interponga en su camino, en especial si es un hombre.  


LAS AMAZONAS

Presentación

Hace muchos años su tribu se separó de los salvajes que vivían en las montañas y viajó al sur para habitar las marismas. Allí se transformaron en una sociedad compuesta únicamente por mujeres, donde los hombres no son más que meros esclavos. Son fieras guerreras que no temen a nada ni a nadie, ¡lanzad un fuerte grito para saludar a las Amazonas!


La pareja

Majají. Pantera oscura

Entre las Amazonas es conocida como una de las guerreras más feroces e implacables. Sabe luchar con una decena de armas, pero su puntería con el arco es legendaria. Sin embargo, quienes sólo la creen una salvaje están muy equivocados, pues habita en su interior un antiguo espíritu de la tierra, capaz de salvar su vida incluso en las más duras condiciones. ¡Un saludo para Majají. Pantera oscura!

Ainía. Corazón de fuego

Es una experta rastreadora y una cazadora sin igual. Los dardos de su cerbatana están impregnados con los venenos más mortíferos, y más de una vez han sido empleados para asesinar por encargo. Sin embargo ella tiene un deseo aún más ambicioso que el de ser asesina a sueldo: conquistar un día toda Calamburia. ¡Ella es Ainía. Corazón de fuego!

El legado Real

«Yo no he perdido jamás… ¡jamás!» Fueron las últimas palabras del a reina Urraca antes de ser destronada. Por muchos años vagó como desterrada por toda la tierra de Calamburia. Hay quien incluso la llegó a ver mendigando comida por las calles de Intántalor. Sin embargo un día su promesa se cumplió: el trono volvió a ser suyo, gracias a la ayuda de la reina madre, Sancha III.

 

Nadie pensaba que esto pudiera ocurrir, pero en efecto Urraca había cumplido su promesa… y además estaba embarazada.

Algunos -los pocos que tenían algo de confianza con la monarca- se atrevieron a preguntarle quién era el padre, pero Urraca nunca quiso confesar. Sólo repetía una y otra vez que ese hijo sería el futuro monarca de Calamburia, y que traería la paz que por tantos años se había esperado.

Y al fin el niño nació. Urraca le puso el nombre de su abuela: Sancho. El joven se crió el la corte, recibiendo la mejor de las educaciones para ser Rey: uno que fuera fiel a su legado, que supiera de leyes, de economía… y de combate, pues Urraca sabía muy bien que cualquier búsqueda de la paz traía consigo un enfrentamiento previo.

Así pues buscó entre los mejores espadachines y maestros. No obstante, muchos habían fallecido en guerras anteriores, o incluso habían sido ejecutados por ella misma. Quedaba poco dónde elegir.

Fue Sancha quien dio la respuesta: recordaba el nombre de un veterano capitán de la guardia. Fue desterrado hacía tiempo, pues se volvió del lado de Rodrigo el Perturbado cuando Urraca tomó el trono por primera vez, pero había servido durante mucho tiempo a Sancha y había demostrado ser más que eficiente. Sancha no recordaba un mejor maestro de la espada… y sí, aún continuaba vivo, ganándose el pan como mercenario.

Fue difícil dar con él, pues había hallado el modo de ocultar su verdadera identidad, pero finalmente, el capitán Landon McQuaid recibió la propuesta de limpiar su historial si se transformaba en tutor del joven Sancho. McQuaid, que a pesar de su lealtad a Rodrigo anhelaba volver a vestir con honor los galones de capitán, aceptó.

Sin embargo, la tutoría de el joven Sancho está resultando más complicada de lo que Landon pensaba. Los últimos años se los ha pasado forjando una amistad con el monarca, pero también intentando enseñarle que no todas las decisiones de su madre han sido correctas, y que reinar en Calamburia es una tarea que exige no sólo de inteligencia, sino de mucha astucia para evitar las posibles traiciones, y de bondad.

Sobre todo de bondad.

Mientras intenta inculcar estos valores, también entrena a Sancho en el arte del florete, un arma reservada para los soldados de la guardia: elegante, grácil y mortal.

Por suerte, y a pesar de que entrenar a un adolescente es complicado, y más aún si éste se encuentra constantemente influenciado por las ideas de su madre, McQuaid es de los que piensan que Sancho podría traer una larga estabilidad al reino.

Pero hay ciertos rumores que ha comenzado a escuchar en los oscuros rincones de palacio: algunos susurran, no sin miedo, que Sancho no es hijo natural de Urraca, pues ésta quedó estéril hace mucho tiempo.

McQuaid no ha hecho mucho caso de estas habladurías… pero lo cierto es que últimamente ha empezado a observar con detenimiento los rasgos de su pupilo, y no ha encontrado en ellos nada que le recuerde a su madre.

Con toda seguridad no hay importancia en este detalle. Sancho, se dice McQuaid, habrá heredado las facciones de su padre… pero el capitán, que también es veterano en lo que se refiere a conjuras y engaños, ha notado cómo le nacía en el centro del estómago cierta inquietud… una necesidad por indagar sobre los orígenes del joven Sancho I, y comprobar si los rumores son falsos…

O ciertos.


EL LEGADO REAL

Presentación

Llevan entrenando y preparándose mucho tiempo, pero al fin han decidido darse a conocer al mundo. Se definen como la nueva esperanza de Calamburia: un nuevo orden capaz de instaurar una paz que dure para siempre. ¿Serán capaces de conseguirlo? Son valientes, son audaces… ¡Son el Legado Real!


La pareja

Sancho I

Es el mismísimo heredero al trono de Calamburia, hijo de la Reina Urraca. Ha sido bendecido con la marca del Titán, lo que le confiere poderes sobrenaturales imposibles de predecir. Por eso unos le ven como el salvador de Calamburia, mientras que otros creen que aún no está listo para reinar. ¡Saludad, oh pueblo, a Sancho I El conquistador!

Capitán Landon McQuaid

Antaño fue capitán de la guardia de palacio, pero fue desterrado. Ha sobrevivido durante muchos años como mercenario, pues es uno de los mejores espadachines de Calamburia. Ahora ha sido reclamado por la Reina para adiestrar al joven aspirante a Rey. Un trabajo que desempeña… a pesar de su escasa paciencia. ¡Un gran aplauso para el Capitán Landon McQuaid!