El legado Real

«Yo no he perdido jamás… ¡jamás!» Fueron las últimas palabras del a reina Urraca antes de ser destronada. Por muchos años vagó como desterrada por toda la tierra de Calamburia. Hay quien incluso la llegó a ver mendigando comida por las calles de Intántalor. Sin embargo un día su promesa se cumplió: el trono volvió a ser suyo, gracias a la ayuda de la reina madre, Sancha III.

 

Nadie pensaba que esto pudiera ocurrir, pero en efecto Urraca había cumplido su promesa… y además estaba embarazada.

Algunos -los pocos que tenían algo de confianza con la monarca- se atrevieron a preguntarle quién era el padre, pero Urraca nunca quiso confesar. Sólo repetía una y otra vez que ese hijo sería el futuro monarca de Calamburia, y que traería la paz que por tantos años se había esperado.

Y al fin el niño nació. Urraca le puso el nombre de su abuela: Sancho. El joven se crió el la corte, recibiendo la mejor de las educaciones para ser Rey: uno que fuera fiel a su legado, que supiera de leyes, de economía… y de combate, pues Urraca sabía muy bien que cualquier búsqueda de la paz traía consigo un enfrentamiento previo.

Así pues buscó entre los mejores espadachines y maestros. No obstante, muchos habían fallecido en guerras anteriores, o incluso habían sido ejecutados por ella misma. Quedaba poco dónde elegir.

Fue Sancha quien dio la respuesta: recordaba el nombre de un veterano capitán de la guardia. Fue desterrado hacía tiempo, pues se volvió del lado de Rodrigo el Perturbado cuando Urraca tomó el trono por primera vez, pero había servido durante mucho tiempo a Sancha y había demostrado ser más que eficiente. Sancha no recordaba un mejor maestro de la espada… y sí, aún continuaba vivo, ganándose el pan como mercenario.

Fue difícil dar con él, pues había hallado el modo de ocultar su verdadera identidad, pero finalmente, el capitán Landon McQuaid recibió la propuesta de limpiar su historial si se transformaba en tutor del joven Sancho. McQuaid, que a pesar de su lealtad a Rodrigo anhelaba volver a vestir con honor los galones de capitán, aceptó.

Sin embargo, la tutoría de el joven Sancho está resultando más complicada de lo que Landon pensaba. Los últimos años se los ha pasado forjando una amistad con el monarca, pero también intentando enseñarle que no todas las decisiones de su madre han sido correctas, y que reinar en Calamburia es una tarea que exige no sólo de inteligencia, sino de mucha astucia para evitar las posibles traiciones, y de bondad.

Sobre todo de bondad.

Mientras intenta inculcar estos valores, también entrena a Sancho en el arte del florete, un arma reservada para los soldados de la guardia: elegante, grácil y mortal.

Por suerte, y a pesar de que entrenar a un adolescente es complicado, y más aún si éste se encuentra constantemente influenciado por las ideas de su madre, McQuaid es de los que piensan que Sancho podría traer una larga estabilidad al reino.

Pero hay ciertos rumores que ha comenzado a escuchar en los oscuros rincones de palacio: algunos susurran, no sin miedo, que Sancho no es hijo natural de Urraca, pues ésta quedó estéril hace mucho tiempo.

McQuaid no ha hecho mucho caso de estas habladurías… pero lo cierto es que últimamente ha empezado a observar con detenimiento los rasgos de su pupilo, y no ha encontrado en ellos nada que le recuerde a su madre.

Con toda seguridad no hay importancia en este detalle. Sancho, se dice McQuaid, habrá heredado las facciones de su padre… pero el capitán, que también es veterano en lo que se refiere a conjuras y engaños, ha notado cómo le nacía en el centro del estómago cierta inquietud… una necesidad por indagar sobre los orígenes del joven Sancho I, y comprobar si los rumores son falsos…

O ciertos.


EL LEGADO REAL

Presentación

Llevan entrenando y preparándose mucho tiempo, pero al fin han decidido darse a conocer al mundo. Se definen como la nueva esperanza de Calamburia: un nuevo orden capaz de instaurar una paz que dure para siempre. ¿Serán capaces de conseguirlo? Son valientes, son audaces… ¡Son el Legado Real!


La pareja

Sancho I

Es el mismísimo heredero al trono de Calamburia, hijo de la Reina Urraca. Ha sido bendecido con la marca del Titán, lo que le confiere poderes sobrenaturales imposibles de predecir. Por eso unos le ven como el salvador de Calamburia, mientras que otros creen que aún no está listo para reinar. ¡Saludad, oh pueblo, a Sancho I El conquistador!

Capitán Landon McQuaid

Antaño fue capitán de la guardia de palacio, pero fue desterrado. Ha sobrevivido durante muchos años como mercenario, pues es uno de los mejores espadachines de Calamburia. Ahora ha sido reclamado por la Reina para adiestrar al joven aspirante a Rey. Un trabajo que desempeña… a pesar de su escasa paciencia. ¡Un gran aplauso para el Capitán Landon McQuaid!