LOS DRUIDAS

Öthyn es uno de los practicantes de magia más antiguos que existen, eso pocos lo saben. La mayoría lo ven como un druida venerable, conocedor tanto de la magia arcana como de la magia faérica. Un verdadero maestro cuyos orígenes, aunque cueste creer, se remontan a los del mismísimo Theodus.

Ambos fueron muy amigos en el pasado. En la incipiente torre arcana, muchos auguraban que una vez el primigenio Archimago se retirara del puesto, Öthyn ocuparía su poder. Pero no fue así.

Theodus, en contra de todas las teorías, dio el cargo a un joven y prometedor aspirante llamado Ailfrid. Esto removió algo en el interior de Öthyn. ¿Quién era aquel joven postulante para conseguir el puesto más importante de la magia en Calamburia?. No obstante, al final acató la decisión de su amigo, incluso cuando le pidió viajar al reino faérico y transformarse en el druida embajador de aquella tierra salvaje. Öthyn debía encargarse de mantener el control de un mundo que, si entraba en contacto con Calamburia demasiado a menudo, podía desestabilizar la misma realidad. El puesto era importante, y mucho, pero Öthyn se sintió desplazado… casi desterrado.

En el mundo faérico no solo entrenó la magia arcana que ya conocía, sino que aprendió a controlar la magia faérica, un nuevo tipo de hechizos que aumentaron su poder de una forma desconocida e implantaron en su interior la semilla de la soberbia. Ahora Öthyn no sólo se creía superior a Theodus, sino dueño de aquel reino faérico en el que, de embajador, pasó a ser el mismísimo consejero de los unicornios, los aspirantes perpetuos al poder.

Öthyn deseaba controlar esa tierra, aunque fuera un poder en las sombras, pero muy pronto entendió que no podría hacerlo solo. Para extraer más magia de la Aguja de Nácar, el centro de poder del reino faérico, necesitaba ayuda, el apoyo de algún prometedor acólito de Skuchaín en el que ardiera la misma llama de la injusticia que le movía a él.

No tuvo que buscar demasiado antes de dar con Drëgo, un estudiante de magia que había sido castigado a trabajar en las minas por haber copiado en un examen. El joven ardía de odio. Un amigo suyo, Aodhan, había salido en su defensa y también había sido suspendido y relegado guardabosques. La torre arcana era demasiado cruel, y Drëgo deseaba la venganza. Öthyn pudo verlo en sus ojos tan pronto lo conoció. 

Y así, gracias a su posición, logró rescatar al joven de las minas, llevarlo al reino faérico y transformarlo en druida. No tardó en comprender que no se había equivocado: Drëgo poseía una habilidad innata para la magia faérica, incluso la más difícil: la creación de portales que conectaban con cualquier lugar de Calamburia. Sin duda había sido una gran elección.

Ahora ambos controlan el poder desde las sombras, incluso ahora que un unicornio no ocupa el trono. ¿Será la nueva Dama Blanca, tan voluble a su voluntad? 


LOS DRUIDAS

Presentación

Son especialistas en la magia relacionada con la naturaleza. Hacen crecer las cosechas, logran que los animales les obedezcan e incluso son capaces de controlar la voluntad de los árboles.

Pero… hay algo más que les une… UN PLAN SECRETO ¡Un saludo para los Druidas!


La pareja

Öthyn

Maestro entre los de su profesión. Fue enviado al mundo faérico hace mucho tiempo. Desde entonces ha estudiado los árboles, la tierra y las criaturas que viven en él hasta ser capaz, no sólo de comprenderlos, sino de controlarlos. ¡Una reverencia para el sabio Öthyn!

Drëgo

Fue condenado por hacer trampas en su examen de magia, pero su maestro, Öthyn, lo sacó de las minas y lo convirtió en druida, no sólo por su innata capacidad de crear portales mágicos, sino por su facilidad para… mentir. ¡Saludad a Drëgo!