Era tiempo en Calamburia de preparar los ejércitos. La Contienda de las Tres Fuerzas estaba en pleno apogeo y nadie, ni siquiera los Eruditos con toda su sabiduría, o los Inventores con sus elaborados cálculos, podía prever cuál de los tres bandos obtendría la victoria. Las fuerzas estaban equilibradas, quizás demasiado. Por esa razón, cada uno de los líderes buscaba con ánimo desesperado más gente a la que unir a sus filas.
Sin embargo, algunos de los heroes que en el pasado habían desempeñado un papel fundamental, se hallaban ahora desaparecidos. ¿Dónde se habían ido a esconder en un momento tan crucial como el que vivía Calamburia?
Garth, al que llamaban La sombra de medianoche había sido en el pasado uno de los más importantes guerreros de los Zíngaros. Con su ayuda, sus hermanos llegaron hasta las mismísimas puertas de Skuchain para someterla a un prolongado asedio. ¿Dónde se ocultaba un personaje tan importante en la guerra? Pocos sabían que Garth había muerto a manos de Rosi Sacapán. La Hortelana no era un enemigo nada desdeñable, y logró arrebatar la vida del Zíngaro en una de las últimas batallas por el Trono de Ámbar. Garth permanecía en el Inframundo, buscando la forma de salir de entre un laberinto de almas torturadas.
Del mismo modo, Quasi, uno de los dos famosos Porteros, también había recibido la muerte. En su caso, falleció por envejecer de golpe. Así, como un pobre anciano, descendió hasta los infiernos. En su morada del Inframundo, Quasi apenas tenía fuerzas para implorar ayuda. Él y Garth se hallaban más cerca de lo que creían, pero dado que Quasi no podía gritar, el zíngaro no era capaz de escucharle.
Petequia, quien antaño comandara las huestes rebeldes junto a su hijo, fue desterrada una vez Comosu ascendió al poder. Esta vez, la mujer no regresó a Villaolvido, pues allí su hermana Urraca había hallado refugio. En su lugar, viajó hasta la isla Kalzaria, donde encontró la presencia del olvidado capitán pirata.
El Capitán Flick había recibido un duro varapalo una vez desapareció el estado de hipnosis al que le tenía sometido el Leviatán. Desprovisto de la honra, de sus amados barcos y hasta de la compañía de su hija, Flick ahogaba sus penas en ron. Dicen algunos que Petequia intenta convencerle día y noche de la influencia que tiene como madre del Rey, y que pretende organizar una revolución alternativa que parta desde Kalzaria hasta el continente. Sin embargo, esta información no ha podido ser corroborada más que por los típicos borrachines de la taberna Dos Jarras.
Seth Gilderain, el astuto mercenario que confabuló para ascender a Comosu hasta el poder, se cansó de llevar una vida aceptando trabajos por dinero y gloria. Ha desaparecido del continente; dicen algunos que por buscar fama en otras tierras, aunque la opción que más adeptos ha ganado es aquélla que defiende un regreso junto a su amada familia. Con toda la fortuna que ha amasado durante años, Seth les ha concedido un futuro exento de preocupaciones. Son habladurías, por supuesto.
Ujaranza, celosa porque Banjuló se enamorara de la pícara Laurencia, decidió apartarse de la primera línea de acontecimientos y dedicarse a actividades menos estresantes. De este modo, y reuniendo sus pocos ahorros, se retiró a Siahuevo de Abajo para montar un pequeño negocio exento de triquiñuelas y artículos defectuosos. Todo legal… por el momento.
No obstante, la gran incógnita de los personajes desaparecidos reside en el paradero de Corugán. ¿Dónde se encuentra el poderoso chamán de los Salvajes? Desde que el Maesltröm confundió todo el continente, nadie ha sido capaz de dar con su paradero. Sin embargo, ya hay quienes apuestan que Corugán se está ocupando de una tarea de gran importancia, y que cuando aparezca, será para volver a estremecer los pilares de Calamburia.