Los coleccionistas arcanos

Aparentemente, los Lebeau son gente amable y educada que regenta una humilde negocio de antigüedades de Instántalor, por lo que muy pocos saben lo que habita en su tenebrosa trastienda.

En su juventud, Myrtille Lebeau fue hija de una familia noble caída en desgracia. Ella, refinada y amante del protocolo y madre de un pequeño de apenas cinco años fruto del matrimonio con su difunto marido, se vió obligada a elegir una profesión y trabajar con las manos. Aprovechando su buen gusto para el arte y la decoración, eligió como maestro a Hisoka Ronin, comerciante de antigüedades y célebre restaurador de Instántalor que, tras una breve entrevista, la tomó como aprendiz. No mostró rechazo alguno a que el pequeño hijo de Myrtille viviera con ellos, pero le obligó a trabajar para ganar su sustento: abrillantar antigüedades, reparar mecanismos, cazar ratas…

 En realidad, Iskoa era un misterioso mestizo, mezcla de humano con una raza ya extinta —los hijos del dragón— y manejaba una extraña magia capaz de manipular las almas. Myrtille, una mujer responsable y orgullosa decidió aplicarse en cuerpo y alma a la que iba a ser su nueva profesión. En el taller de restauración de Ronin, conoció al joven Van Vakari, el otro discípulo de Hisoka, otro antiguo noble de una familia caída en desgracia. Era un chico educado, locuaz e inteligente con quien Myrtille congenió a la perfección. Su afecto inicial fue desarrollando una química especial que les hacía imparables. Van Vakari era experto en encerrar y sacar almas en recipientes, mientras que Myrtille era especialmente ducha en canalizar los poderes de las ánimas a través de los objetos mágicos en los que las almas eran contenidas. Empezaron a hacer misiones para Hisoka, que demostró ser un tipo más perverso de lo que había parecido al principio. En realidad, el supuesto anticuario se dedicaba a cobrar estipendios a los nobles y burgueses adinerados para deshacerse de gente molesta: herederos indeseados, amantes incómodos, suegros molestos, etc. Por norma general, el maestro enviaba a sus discípulos a ejecutar los trabajos en los que no quería ensuciarse, pero precisamente fue en el transcurso de ese aprendizaje en el que los dos aprendices superaron al maestro. Con la combinación de sus poderes eran una absoluta maquinaria de precisión: capturaban, ampliaban su poder y lo utilizaban para seguir creciendo. Bajo la laxa tutorización de Hisoka, los dos jóvenes tomaron la decisión de hacerse con el negocio de su maestro, casarse y regentarlo juntos por el resto de sus vidas. Y así lo hicieron, al menos la primera parte del plan. Una noche, cuando hubieron capturado suficientes almas se volvieron contra Hisoka y encerraron su alma haciéndose al fin con el negocio. 

Su idilio duró poco, pero el tiempo suficiente para que engendraran a una hermosa niña que, al parecer aunaba en su ser lo mejor de sus dos habilidades: el poder definitivo. Hubo ciertas desavenencias en la pareja sobre el uso que había que dar a la niña. La pareja nunca llegó a casarse y el resultado fue la separación formal: Myrtille se quedó con la tienda y Van Vakari, que consiguió la custodia de la pequeña Ona, marchó a vivir con ella a las Marismas de la Confusión. Durante años, no volvieron a verse.

Nocna Mora es hijo de una estirpe noble, aunque su familia cayera en desgracia. Su madre le educó de pequeño en la obediencia y la elegancia y, ante todo en la dignidad que correspondía a su rango. De su madre ha heredado la facilidad para utilizar las almas encerradas en su propio favor. Además, para demostrarle su amor, al cumplir seis años, Myrtille le hizo un regalo muy especial. Un ojo nuevo. Gracias a él, Nocna obtuvo nuevos poderes como manipular y encerrar almas ajenas, convirtiéndose, según su madre, en el elegido de las almas: el coleccionista definitivo. Ahora, tras alcanzar la pubertad, Nunca se ha convertido un chico apuesto y elegante, a la par que misterioso. Es capaz de reparar cualquier antigüedad así como de hacer literalmente todo lo que pueda imaginar en lo que a almas se refiere. Obediente y bien educado, por el momento, quizás debido a su juventud aún no tenga la suficiente perspectiva para entender que su madre tiene un plan y que él es una pieza indispensable del mismo. ¿Conseguirán los coleccionistas arcanos recuperar la posición social que nunca debieron perder?


LOS COLECCIONISTAS ARCANOS

Aparentemente, la familia Lebeau son gente encantadora y distinguida que regenta una pequeña tienda de antigüedades. Pero en su rebotica, como en su alma, se encuentran prisioneros los más oscuros secretos. ¡Que vuestro vello se erice ante la siniestra amabilidad de los Coleccionistas Arcanos!


La pareja

Nocna Mora

Él es un hijo educado y obediente, y un hábil restaurador pero, gracias a su ojo mágico, también es un misterioso ser que encierra un poder arcano capaz de manipular las almas a su antojo. ¡Sentid un escalofrío ante la turbadora mirada de Nocna Mora Lebeau, el atento guardián!


Myrtille

Bajo la apariencia refinada y bondadosa de una humilde comerciante, se esconde una mente maestra que acumula un poder inimaginable en su colección de objetos. Tiene un plan, pero es un misterio que aún no ha de ser revelado. ¡Saludad con el respeto que se merece a Myrtille Lebeau, la solícita anfitriona!