Las Reinas Regentes

            Poco podía imaginar Sancha III, madre de Reyes, que después de retirarse de su mandato tendría que regresar al trono. Ella vivía en la tranquilidad del retiro, en una pequeña villa cerca de Siahuevo. Por supueto, no es que estuviera apartado de todo lo concerniente a los asuntos de la corona, pero Urraca había demostrado en varias ocasiones ser una reina excelente: sabía combinar a la perfección sus cualidades como estratega, fría mandataria e implacable comandante de los ejércitos. Así pues, Sancha podía confiar en que su sucesora haría bien el trabajo de gobernar y que, a menos que ocurriera una desgracia, ella no tendría que preocuparse por el trono de Calamburia.

Y entonces esa desgracia ocurrió: una mañana, uno de sus mensajeros le trajo la noticia de que Urraca había sido destronada, y que vagaba como una vagabunda por la tierra de Calamburia. Al principio Sancha no creyó esta noticia, pero pronto pudo comprobar que, en efecto, los rumores eran ciertos. Urraca había caído hasta el estrato más bajo de la sociedad, y sobrevivía comiendo sobras y buscando refugio bajo los puentes, en el interior de cuevas y en casas abandonadas.

A partir de entonces Sancha se dedicó a buscar a la antigua reina. ¡No podía consentir que Urraca estuviera en este estado! La rastreó por todo Calamburia, enviando agentes que buscaran por las calles, que oyeran los rumores en los mercados y que sonsacaran a los borrachines en las tabernas…

Y finalmente dio con ella.

Urraca había sido acogida por dos pobres diablos que, como ella, sobrevivían robando y rebuscando entre la basura. Al descubrirla viviendo de aquella manera, Sancha quiso castigar a quellos desgraciados con cuarenta azotes a cada uno, pero Urraca no se lo permitió. ¡Cómo iba a maltratar a los dos hombres que la cobijaron en sus momentos más crudos! No, ellos merecían algo mucho mejor. Una auténtica recompensa.

Hoy dia esos dos desposeídos son ni más ni menos que los nuevos porteros de la Puerta del Este.

En cuanto a Urraca y Sancha, recuperaron el trono por supuesto.

Mucho más que eso: crían al hijo de Urraca para transformarlo en el próximo heredero de Calamburia. Un niño que, según cuentan algunos rumores, no es verdaderamente el hijo de Urraca.

Está prohibido en todo el reino que este rumor se extienda: Urraca ha ordenado a los soldados que si escuchan a algún incauto hablar de esta historia, sea conducido a calabozo y torturado. Pero con todo y con eso no ha hecho sino aumentar la creencia de que el rumor es cierto:

Se dice que las Reinas arrebataron el bebé de Dorna, su antecesora en el trono, y le hicieron creer que éste había sido arrojado por el balcón de palacio. En realidad todo había sido un teatro: lanzaron un niño desconocido y se quedaron con Juliok, el hijo de Dorna, para hacer creer a todos que era hijo de Urraca.

Los rumores añaden que el capitán Landon McQuaid, quien se ha transformado en tutor personal del joven, sospecha esta verdad, y que ha comenzado a hacer sus pesquisas de manera independiente.

¿Cuánto de cierto hay en todo esto? Nadie puede saberlo, aunque parece que, muy pronto, la auténtica identidad del chico saldrá a la luz…


LAS REINAS REGENTES

Presentación

Saludad, ciudadanos de Calamburia, a quienes, por medio de astutas estratagemas, han vuelto a hacerse con el poder en el trono. Lo disfrutaron el en pasado y ambas juraron que algún día, en el futuro, volverían a disfrutar de sus privilegios. ¡Una educada reverencia para las Reinas Regentes!


La pareja

Urraca

Durante muchos años reinó en Calamburia. Era alabada por muchos como una estratega sin parangón; pero otros la veían como una cruel tirana que llegó al poder mediante oscuros engaños. Sea como fuere, hoy ha vuelto a hacerse con el tracias a su astucia y sus estratagemas. ¡Un saludo para la Reina Urraca!

Sancha III

Fue madre de Reyes, y sobre sus hombros cargó la responsabilidad del reino. Ha vivido muchos años retirada, fuera de los entresijos de la política, pero ahora que ha secuestrado al joven heredero del trono, se le ha presentado una nueva oportunidad de llevar la corona. ¡Ella es Sancha Tercera!