LA CORTE DE ÁMBAR

Zoraida es la menor de los trillizos reales, los tres hijos de la reina Melindres y el difunto rey Sancho I, el Breve. Cuando nació, Melindres le puso por nombre Zoraida en honor a la Reina Madre Zora von Vondra. Desde el principio, se dice que su candor ablandó al mismísimo Escorpión de Basalto y que el frío corazón de la abuela se mostró exultante con el nacimiento de su primera nieta, para la cual quiso procurar la mejor de las educaciones. De carácter dulce e inocente, aunque también alocado y travieso, la pequeña Zoraida era la verdadera líder de las trastadas que realizaba con sus hermanos en la corte, aunque solía salir indemne a diferencia de los infantes a los que se les solía achacar, no solo la responsabilidad de las travesuras, sino el hecho de haber arrastrado a la infanta hacia el mal comportamiento.

A pesar de que su familia ya está tratando de concertarle un matrimonio que garantice la paz en Calamburia, el sueño de la princesa es correr innumerables aventuras a lomos de un unicornio de batalla, matando dragones y rescatando príncipes en apuros. Aunque es valiente y decidida, su carácter cándido y descuidado siempre termina por causar estragos que los que la rodean tienen que remediar. Sin embargo, gracias a su carácter dulce e inocente, todos en la corte la aman y respetan, e incluso tratan de ocultarle sus meteduras de pata.

Su madre y su abuela decidieron que fuera instruida por dos tutores que, aunque muy distintos, serían capaces de hacer de ella una dama refinada a la par que una mujer de mundo. Ese es el trabajo de Periandro y Cristóforo que, aunque tengan sus tiranteces, derivadas sin duda de sus formas opuestas de ver el mundo, se sienten unidos por una importante misión: educar y proteger a una joven por la que ambos sienten un amor reverencial. Y es que, aún sin saber cómo, y a pesar de su alocado comportamiento, la princesa se hace querer por todos.

De pequeño, Periandro Sybila fue el mejor alumno de su promoción en la Torre Arcana de Skuchaín. Y es que, a pesar de su talento natural, siempre se esforzó en superarse para contentar a su tía, la insigne erudita Minerva Sibyla –jefa de estudios de la Escuela de Impromagia– y, si no superar, al menos igualar los logros de su hermana Aurora Sibyla, la célebre alquimista. Tras años de duro esfuerzo, la excelencia de Periandro en el dominio de los conocimientos arcanos así como el abrumador potencial de sus poderes mágicos le hicieron granjearse su doble titulación convirtiéndose, a la vez, en impromago y erudito, consiguiendo así un hito histórico que nadie había conseguido antes. Si bien, por los pasillos de la escuela ya se rumoreaba que, tarde o temprano, Periandro acabaría por convertirse en el sucesor del Archimago Kórux, un buen día, el poderoso hechicero lo llamó ante su presencia y le encomendó una misión de suma importancia para el devenir del reino. Se mudó a la corte y se le encomendó tutorizar a la pequeña infanta Zoraida, un trabajo ya de por sí difícil que, además, tendría que compartir con un filibustero zafio y haragán, que se empeñaba en dificultar aún más su importante cometido. Sin embargo, Periandro ha tomado su tarea con la seriedad y diligencia pues está convencido –y puede que no se equivoque– de que se trata de una prueba de fuego ideada por Kórux para que el mago-erudito demuestre su valía y sea nombrado siguiente Archimago de la Torre Arcana.

Cristóforo es un bregado filibustero que nació en Isla Calzaria. Hijo de algún marinero borracho y de la dueña de una taberna del puerto, tuvo que granjearse una posición con su tesón y esfuerzo personal. La suerte le llevó a entrar como marinero de La Niña, la temida nave del corsario Efraín Jacobs, el mayo filibustero que jamás hayan visto los siete mares. Gracias a su fidelidad a la causa pirata durante la guerra, terminó convirtiéndose en contramaestre del mismísimo Ladrón de Barlovento. Hoy, la reina Mairim le ha encomendado una difícil misión: viajar a la corte de Ámbar como presente humano y señal de paz entre los reino vecino. Sin embargo, Efraín, por su parte, le ha encargado otra misión paralela que ni la misma reina conoce: ser los ojos de Calzaria en la capital de Calamburia.


LA CORTE DE AMBAR

Presentación

La infanta Zoraida cree saberse lejos de las obligaciones vinculadas al peso de la corona. Por orden de su madre y su abuela, sus tutores y protectores la enderezarán para convertirla en toda una dama hecha y derecha. Quién sabe si para conseguir una alianza con su matrimonio o para ser el adecuado recambio por si algo sucediera a sus hermanos mayores ¡Saludad con una graciosa reverencia a la Corte de Ámbar!


El trío

Zoraida

Infanta real, hija de la reina Melindres y el difunto rey Sancho y tercera en la línea de sucesión. Despreocupada y risueña, pasa sus días soñando con correr innumerables aventuras, viajar a países lejanos, rescatar a príncipes en apuros y ¿quién sabe? Quizás incluso… ¡tener su propio unicornio! ¡Inclinaos ante Zoraida, la Infanta de la Corte!

Cristóforo

Bregado marinero natural de Isla Calzaria, fue entregado como ofrenda de paz a la Corte de Ámbar por parte de la reina pirata Mairim y con ello pensó que su suerte había mejorado. Pero tras serle encomendado la misión de cuidar de la pequeña e intrépida infanta, no tardó en arrepentirse. Por suerte en las bodegas reales nunca falta algo de alcohol con el que ahogar sus penas. ¡Alzar vuestras botellas de ron a la salud del Capitán Cristóforo!

Periandro

De pequeño fue el alumno más aventajado de la Torre de Skuchaín. Su excelencia en el dominio de los conocimientos arcanos así como el potencial de sus poderes mágicos le hicieron granjearse su doble titulación, incluso, se escuchaba frecuentemente su nombre como posible sucesor del actual Archimago. Sin embargo, inesperadamente, Kórux le mandó a vivir a la corte con una importante misión que pondría a prueba su legendario temple: enderezar a la Infanta real. ¡Un saludo para Periandro, el Mago-Erudito!