LOS BUCANEROS

Siendo solo un niño, John Nathaniel viajaba en el Calypso, capitaneado por su padre, el célebre pirata Alban Nathaniel. Jugaba al escondite con el contramaestre cuando, de repente, fueron abordados por dos naves corsarias rivales. John se quedó escondido, tembloroso, detrás de unos barriles mientras observaba como aquellos salvajes mataban a su padre y a sus hombres a sangre fría para robarles el botín. En el fragor de la batalla, el barco se incendió y John Nathaniel sobrevivió agarrándose como pudo a un madero flotante. Tras horas a la deriva, despertó en las playas de Isla Calzaria con el alma rota y sin un motivo para seguir viviendo. Allí fue encontrado por Railey, un huérfano hijo de nadie, pero muy avispado, que advirtió en sus ojos el inmenso vacío de la mar océana.

El mocoso no pudo sino solidarizarse con una profunda soledad que identificó con la propia. Tampoco él había tenido un padre y cuando había preguntado a su madre, sobre quién había sido su progenitor, ella, con la mirada triste, le había respondido: “Tú eres hijo del mar”. Fue Railey quien le apodó John Nathaniel, el Impávido, y también fue él quien le convenció para convertirse en hermanos de sangre y enrolarse como grumetes en un barco pirata. Ambos devinieron un dúo imparable que luchaba de una forma particular. Espada en mano y espalda con espalda, se encargaban siempre en batalla de cubrirse el uno al otro, como si temieran perder el único lazo humano que les quedaba en el mundo.

Las vicisitudes de la vida llevaron a los dos bucaneros a convertirse en parte de la tripulación de La Niña, la tan célebre como temida nave del corsario Efraín Jacobs, el Ladrón de Barlovento. Fue allí donde, en el fragor de las guerras de la Conquista Pirata, salvaron la vida de Cristóforo, contramaestre de Jacobs. Este, en agradecimiento, les nombró escolta personal de la reina Mairim, a quien protegieron con celo y con quien forjaron una tierna y sincera amistad.

Fruto de alguna de esas dos relaciones –aunque ni siquiera John y Railey tengan muy claro de cuál de ellas– nació Elora, la Princesa Pirata. Como hija primogénita de Mairim Lancaster, la niña se convirtió por derecho, no solo en la heredera del trono de huesos de su madre, sino también legítima candidata a heredar el mismísimo Trono de Ámbar, que fue usurpado a su familia décadas antes.

La reina tuvo a bien encargar a los dos piratas que se convirtieran en los guardianes de Elora y la protegieran con sus vidas como antes había hecho con ella. Separándose muy a su pesar de su amada Mairim, los dos hombres se embarcaron con Elora y el resto de su tripulación para emprender un viaje que debía curtir a la Princesa y convertirla en una brava bucanera digna de todos los honores que el futuro le deparaba. En esa empresa, se convirtieron en cuidadores, nodrizas, maestros de esgrima y contadores de cuentos. Elora creció rápido para convertirse en una mujer intrépida y fuerte, que siempre llamó a John y Railey “papá y papá”. De ellos aprendió a disparar, a atar los cabos a la cornamusa, el nombre de todas las velas de un barco y a manejar el sable con asombrosa precisión. Ahora, la Princesa Pirata se considera lista para jugar el importante papel que el destino tiene preparado para ella, algo que, sin duda, va a emprender de la mano de sus dos padres y con el referente, siempre presente, de su poderosa y regia madre la que, para Elora, es un modelo de virtud, inteligencia y bravura que siempre ha de servirle de guía y referente.


LOS BUCANEROS

Presentación

Ellos son temidos tanto en el mar como en tierra firme. Sus ansias de correr aventuras y encontrar tesoros enterrados les hacen navegar sin rumbo fijo por los mares de Calamburia. Han venido con el propósito de ayudar a la Princesa Elora a convertirse en una bucanera digna de heredar un día el Trono de Huesos de su madre. ¡Un brindis por los Bucaneros!


El trío

Elora

Desde su más tierna infancia, Elora ha sido la princesa pirata más temida de los siete mares. Se crió entre abordajes y botellas de ron, bajo la atenta mirada de su madre, la reina Mairim y de sus dos padres, que la acompañan dondequiera que va formando su pequeña tripulación particular. ¡Levantemos nuestros sables a mayor gloria de Elora, la Princesa Pirata!

John Nathaniel

Hijo del célebre pirata Alban Nathaniel, y único superviviente del hundimiento del Calypso. Desde que vio morir a su padre y sus tres hermanos mayores, se convirtió en un niño incapaz de mostrar sus sentimientos. Pero ahora que tiene una familia, una hija a la que adora y una causa por la que luchar, así que está mejorando en sus habilidades emocionales. ¡Un hurra para John Nathaniel, el Impávido!

Railey

Railey nació en un lupanar de Isla Calzaria donde se crió como chico de los recados, pero sus ansias de aventuras le llevaron a embarcarse como grumete en un barco pirata. Allí hizo buenos amigos, aprendió a usar la espada sin cortarse y conoció a una reina Pirata de la que se enamoró perdidamente. ¡Dispongan cañones y disparen una salva por Railey, el Hijo del Mar!