El archiducado de Colby se extiende por el extenso territorio de Azarcón, un importante asentamiento de hortelanos. Allí, los Colby dirigen la más grande producción de cereal de todo Calamburia. Nunca han sido los más ricos (producir cereales y patatas tampoco es que proporcione mucho dinero), sin embargo, han gozado desde siempre de una acomodada situación, y un título que se encuentra inmediatamente por debajo de la realeza.
Sin embargo, la Contienda de las Tres Fuerzas les condujo a la ruina más absoluta. El hecho fue que todos los hortelanos que regentaban se unieron al bando rebelde, pensando que, una vez triunfaran, inaugurarían una nueva etapa en la que ellos serían los auténticos dueños de la tierra que trabajaban.
Los rebeldes perdieron, y los hortelanos regresaron a sus tierras. Nunca recibieron una reprimenda de su señor. El hecho fue que ellos jamás se habían enfrentado a los Archiduques y, por otro lado, comprendieron que en el fondo no sabían hacer otra cosa que no fuera cultivar. Así pues, y a ojos de los demás, todo había quedado bien en las tierras de Azarcón.
La realidad, sin embargo, era muy distinta.
La marcha de todos los hortelanos había dejado las tierras sin atender, y por tanto, no se produjo nada en todo el tiempo que duró la contienda. Cuando volvió la paz, los Archiduques vieron que sus arcas habían quedado vacías.
¿Qué hacer entonces? ¿De qué modo confesar al público, a amigos y enemigos, que no tenían una sola moneda que gastar?
¡De ninguna manera! Alguien de apellido tan elevado como los Colby no podía declarar semejante hecho. Era mejor fingir, hacer creer a todo el mundo que todo había regresado a la normalidad, y continuar manteniendo las apariencias.
Y así ha sido desde entonces. Los Colby siguen haciendo creer a todo el mundo que viven en la misma opulencia de siempre. La realidad, sin embargo, es que en su casa se come arroz todos los días, y que el matrimonio procura ocultar los rotos de sus prendas colocándose pañuelos, capas y otros detalles. Ni si quiera su hijo, el joven Finnegan, sabe que está arruinado. Ha partido alegremente para convertirse en caballero, ignorando que no puede gastar ni una moneda.
Por suerte, los Colby aún tienen un par de bazas con las que procurar regresar a su riqueza: por un lado, prevén casar a su hijo con lady Melindres. Los Colby y los von Vondra siempre han sido enemigos jurados, pero ahora, y por motivos de fuerza mayor, han comenzado a hablar con Zora para que se produzca la boda. Melindres y Finnegan no son nada afines, y ni siquiera se gustan. ¿Pero qué importa eso si los Colby consiguen hacerse con la herencia de Siahuevo?
Por otro lado, lady Dardana, auténtica heredera de la familia Colby, ha guardado durante mucho tiempo el legado de su familia: una C para participar en el torneo. Su abuelo se la legó hace muchos años, diciéndole que la empleara sólo en caso de emergencia. ¿Qué mejor momento puede haber que éste?
LOS ARCHIDUQUES
Presentación
Son la elegancia y el buen gusto personificados. Poseen hectáreas de terreno al sur de Calamburia, y una clase difícil de superar. Quién diría, al verles, que están completamente arruinados, y que apenas tienen más dinero que los hortelanos a los que gobiernan. ¡Ellos son, los archiduques!
La pareja
Lady Dardana
De pequeña era la amiga a la que las otras niñas de la nobleza daban de lado. Ahora, gracias a su título, es ella la que se permite mirar a todo el mundo por encima del hombro… al menos, antes de que descubran que no tiene más que su apellido.
¡Una reverencia para Lady Dardana Colby!
Lord Besnik
Se jacta de haber leído miles de libros sobre dialéctica. Le encanta corregir a los demás, y enseñar el buen hablar a las pobres gentes. Ahora que se ha arruinado, anda buscando nuevas maneras de decir que es pobre sin que se note.
¡Un saludo elegante para lord Besnik Colby!