31. EL ÚLTIMO COMETA

No hubo duda, cuando se planteó la toma del Bosque Perdido, en señalar a los Impromagos. Ellos eran los más apropiados para enfrentar su magia a la de los zíngaros, acorralarles en su propio hogar y conquistar la tumba de Arnaldo. Todos, incluido el Archimago, sabían que el enfrentamiento sería duro, tal vez definitivo.

KALABA EME

La guerra por el Trono de Ámbar era diferente a cualquier otra contienda, pues en ella quedaban definidas nuevas fronteras, nuevos ámbitos de poder, y en esa configuración era claro que no todos saldrían ilesos. Por esa razón, cuando los habitantes de Skuchain abandonaron la torre para encaminarse hacia el bosque, el Archimago se permitió una última mirada a los muros que tantas veces les habían protegido, indicó a sus alumnos que le imitaran y, aportando una profunda solemnidad a sus palabras, se despidió de aquel hogar como si nunca más fuera a verlo.

El trayecto desde Skuchain se hizo más largo que de costumbre, hasta que al fin, el muro natural que era el Bosque Perdido se perfiló en el horizonte. Frente a él, aguardando, esperaba un ejército de zíngaros. Como siempre, Garth comandaba las tropas de combate, mientras Kálaba protegía la retaguardia apoyada por los conjuradores de sortilegios.

Captura de pantalla 2015-06-02 a las 16.15.47

Los dos enemigos se colocaron uno frente al otro, en silencio. No hubieron gritos de guerra, ni insultos, ni promesas de muerte. El silencio y el viento era lo único que podía escucharse, y entre las filas un leve murmullo; el de cientos de bocas repasando los conjuros que iban a lanzar. El aire olía y sabía distinto, como si ya se presagiara la muerte.

De repente, sin que nadie lo anunciara, comenzó la batalla. Zíngaros y magos se lanzaron unos contra otros, rompiendo el silencio con una baraúnda de gritos, salmodias, encantamientos y evocaciones. Rayos multicolores chocaban contra pantallas de protección; mientras que, por otro lado, se conjuraban bestias de todo tipo y se lanzaban maldiciones que podrían la carne del objetivo.

Captura de pantalla 2015-06-02 a las 16.16.29Abriéndose paso entre multitud de zíngaros, Eme, Sirene y el mismo Archimago alcanzaron a Garth, Kálaba y Dulce. El combate entre ellos dio comienzo en seguida. Ambos grupos se conocían desde hacía tiempo, y sabían los puntos débiles del otro. Por ello, el Archimago comenzó atacando a Dulce, quien aún se recuperaba de sus heridas. Con el primer golpe de fuerza, la mujer salió despedida varios metros y se estrelló sobre un árbol, cayendo inconsciente. Aquello hizo que Garth perdiera el control. Atacó sin vigilar sus defensas, directo hacia Eme. Por fortuna, el impromago supo parar todos y cada uno de sus golpes, generando campos protectores a su alrededor. Sirene, por su parte, se preparó para el contraataque, dispuesta a eliminar a Garth.

La batalla se decantaba a favor de los magos; los zíngaros ya comenzaban a retirarse hacia la protección del bosque, pero entonces Kálaba dio un giro radical a su estrategia. Alzó sus manos, crispó sus dedos y lanzó el más mortífero de sus conjuros… hacia Pelusín.

La mascota de Sirene, que observaba desde la distancia, no era el objetivo de nadie. Aquella pelusa animada no representaba peligro alguno, pero Kálaba sabía muy bien lo que hacía. Su maldición desintegró al pequeño ser, y Sirene, desconcertada, perdió la concentración. Aquel fue el instante que Garth aprovechó para el contraataque. El zíngaro, que ya parecía derrotado, dejó de concentrarse en Eme y se giró a toda velocidad hacia la niña. Su puñal voló cruzando el viento y se clavó en el vientre de Sirene. Ella no dijo nada, sólo cayó.

Estaba muerta. Había sido fulminante, pero muy real. Su caída ejerció un efecto devastador para Eme y el Archimago. Los dos olvidaron sus defensas.

 

Captura de pantalla 2015-06-02 a las 16.19.33

Los zíngaros aprovecharon entonces y se lanzaron al contraataque, ambos a por el Archimago. Kálaba se encargó de paralizarle y Garth golpeó su espalda con el bastón. El Archimago cayó al suelo, bocarriba. Los zíngaros se abalanzaron contra él, preparados para asestarle el golpe de gracia.

Áilfrid pensó muchos hechizos para defenderse; cualquiera de ellos le habría servido para escapar, pero no ejecutó ninguno. Su mirada se concentró en un cielo limpio de nubes. Era diecisiete de junio y, por primera vez, no habría cometa de jade.

Eme, el último representante de Skuchain, presenció la muerte del Archimago y comprendió que la batalla había tocado a su fin. Lleno de tristeza, llamó a los suyos a la retirada. Nadie había ganado aquel día; todos habían perdido. Los magos se retiraron hacia el Palacio de Ámbar, y los zíngaros huyeron bajo la cobertura del bosque. La batalla finalizó igual que había comenzado: en silencio.

En Skuchain se celebraron ceremonias a la muerte del Archimago. Los Eruditos se encargaron de todos los preparativos. En su habitación, Eme lloró en soledad la muerte de su amiga, su compañera y su salvadora. Jamás volvería a verla. Nunca más

Captura de pantalla 2015-06-02 a las 16.18.49

Pero no era el único que lloró aquella pérdida. Muy lejos de allí, en la Taberna Dos Jarras, Ébedi observó el cielo nocturno con más tristeza que nunca. Su hija, aquélla que nunca llegó a conocer, había dejado el mundo de Calamburia.

Captura de pantalla 2014-12-19 a las 12.53.35

30. ELEGIDO POR EL DESTINO II

( continuación de Elegido por el destino Parte I )

Nox significa noche, se repite Sergei, mientras rememora los capítulos de su pasado. En la capital todo el mundo duerme. Las calles, silenciosas, se han convertido en territorio de los gatos.

Una ciudad para los gatos y para él, Sergei Nox: un asesino a sueldo, un elegido por el destino.

JURGI CALAMBUR IMPRO MERCENARIO CALAMBURIA

¿Y por qué él? ¿Quién le seleccionó entre todos los calamburianos? ¿Qué azar le designó para la tarea de arrebatar vidas? Sergei eleva la mirada a los cielos, donde una luna redonda y amarilla le invita a perderse entre sus cráteres. Su imaginación vuela al pasado, hasta alcanzar el instante en el que comenzó su transformación.

-Es tu nombre -le dijo aquel desconocido, mientras los dos abandonaban el bosque-. Mi nombre es Arak. Significa Herida. Eso decía mi papel.

-¿Quién eres? –quiso saber Sergei, todavía confuso.

-Un asesino. Aparecí en el bosque, como tú, y fui recogido por mi mentor. Él me enseñó a matar y me dijo que, en quince años, debía regresar a este lugar para recoger a mi pupilo.

-Eso es muy extraño.

-Lo es.

Jurgi Calambur Calamburia Impro MadridArak no pretendía continuar aquella conversación. Sin embargo, el rostro aterrado de Sergei le obligó a hacer un esfuerzo.

-Pertenecemos a una antigua sociedad de asesinos. Cada miembro despierta en un lugar concreto de Calamburia a una fecha concreta, y es recogido por el maestro que habrá de entrenarle. Nadie sabe por qué razón o qué factores conducen a este fenómeno. Lo único que debes tener claro, Nox, es que has sido elegido por tus cualidades. Naciste para ser un asesino, y morirás como tal.

-¡Yo no quiero ser un asesino!

-Pues lo eres.

Sergei se detuvo. Sus piernas eran incapaces de responderle; no podía dar un paso más.

-No puedo… no puedo dedicarme a matar a gente.

-Eres un asesino –Arak se volvió-. Yo también dudé al principio, pero debes comprender que es tu destino. Si no lo aceptas, terminarás lamentándolo… y mucho. El universo necesita equilibrarse. Existe demasiada gente bondadosa. A nosotros nos ha tocado ser los malos. Eso es todo, asúmelo.

Por supuesto, aquellos argumentos no terminaron de convencer a Nox. Muchas veces intentó escaparse, o se acobardó ante el entrenamiento, o le desveló la tentación del suicidio. Pero en su fuero intento empezó a comprender que le encantaba deslizarse en las sombras, sorprender a su maestro en los entrenamientos, cazar en sigilo y aprender el manejo de la espada y el cuchillo. Así, una mañana, se levantó comprendiendo que había nacido para arrebatar vidas.

Calamburia Impro Torneo Calambur Marquesa melindres

Poco después, Arak llegó con un sobre lacrado.

-¿Qué es? –preguntó Nox.

-Tu primer trabajo.

Nox sintió que un sudor frío se escapaba por todos sus poros. En aquel papel había un nombre, y aquella persona habría de morir. Tomó la misiva y la observó. Estaba lacrada con el sello de la nobleza de Ámbar. Leyó el nombre que aguardaba en su interior:

-Sir Erlin, de Siahuevo de Abajo. ¿Quién es?

-Es un caballero, un muchacho que tendrá uno o dos años menos que tú. Es el prometido de Melindres, la hija de la duquesa de Instántalor. Melindres es una niña, pero ya le han buscado marido.

-No parece que a la duquesa le convenga, a judgar por el lacrado.

-No juzgues, Nox. Sólo ejecuta tu trabajo.

 

Y así fue. En su primer asesinato, Sergei eligió el puñal. Se mudó a Siahuevo y vivió como un falso comerciante de telas durante semanas, lo justo para estudiar a su enemigo, aprender sus costumbres y sus aficiones. Cuando llegó el momento no dudó. Mientras el joven paseaba por el jardín de su palacete, a mediodía, cayó sobre él y pasó la hoja por su garganta.

Ya era un asesino.

Mercenario Calambur Sombra Impro

Continua :Elegido por el Destino parte III

29. LA LEYENDA DEL PÍCARO

En el torneo, en las guerras y en cualquier conflicto, siempre es posible ver al enviado del Titán, Drawets, pícaro veinticuatro horas al día, seductor de hombres y mujeres a partes iguales, y espectador de las crónicas.

Captura de pantalla 2015-04-29 a las 14.31.42Drawets siempre aparece cuando el Titán convoca un nuevo Torneo, y cuando no es él quien lo presenta, se trata de su hermana, Laurencia. Los dos viven en la arboleda de Catch – Unsum, aunque no por voluntad propia, pues hubo un tiempo en el que recorrían la tierra de Calamburia como ladrones de bolsas y pertenencias, trovadores ambulantes, actores de teatrillo y estafadores profesionales.

IMG-20140830-WA0004

Drawets es el menor de tres hermanos. Su hermana Laurencia pronto demostró ser igual que él: avispada e inquieta. En su caso, la curiosidad le llevó un día a probar el vino. El sabor de aquella bebida la atrapó de tal forma, que decidió no despegarse de una botella nunca más. Hay quien dice que Laurencia bebe para olvidar, pero ella siempre desmiente este hecho: bebe para recordar la sonrisa, para divertirse y punto.

En cuanto a la tercera hermana, Jimena, era la más allegada a sus padres, unos reconocidos fabricantes de vino y cerveza. Quería aprender el oficio, sujetarse a una vida lo más honrada posible. Tal vez por eso no huyó con Drawets y Laurencia, cuando los dos hermanos decidieron escapar de casa.

Captura de pantalla 2015-04-29 a las 14.09.58

Ambos superaban los veinte años cuando decidieron no seguir el oficio familiar. Preferían ver mundo, recorrer la tierra de Calamburia y descubrir qué secretos escondía. Así comenzó sus vidas de pícaros, pues abandonaron el hogar con poco más de lo puesto, y no tardaron en aprender a llenarse la panza hurtando comida de los mercados, o engañando a los más incautos. Inventaron un centenar de argucias con las que ganarse unas monedas, pero cuando las víctimas eran demasiado astutas, conseguían encandilarlas mediante sus artes improvisatorias. Este último don fue desarrollándose poco a poco, hasta que los dos hermanos se vieron iguales ante los elegidos por el Titán para pelear en el famoso torneo de Calamburia.

Captura de pantalla 2015-04-29 a las 14.10.27

El torneo se celebraba cada cinco años. Sólo los elegidos podían participar. A cada uno les llegaba una C, la marca del Titán, que les daba acceso a la mística arboleda de Catch – Unsum, donde competían por lograr la Esencia de la Divinidad. Aquel líquido tenía la propiedad de conceder cualquier deseo, cualidad que lo transformaba, de inmediato, en objeto de codicia para todo calamburiano. ¿Cómo no iban a querer los dos hermanos hacerse con él? Uno podía colarse en el Torneo si robaba una de aquellas “entradas”, una C. El plan estaba en marcha, sólo había que encontrar alguno de los elegidos.

Así fue cómo, tras indagar mucho, Laurencia llegó a enterarse de que el Comendador de Instántalor guardaba una C para el Torneo. La escondía en su caserón, ubicado en el centro de la ciudad. Laurencia estaba convencida de que podía seducir al Comendador; entretanto, Drawets se haría con la C.

Pan comido.

Captura de pantalla 2015-04-29 a las 14.14.13

La noche del robo no hubo ningún problema. Mientras Laurencia cabalgaba con el Comendador, Drawets robó la C de su arcón. Después, ambos huyeron al norte, a la arboleda de Catch – Unsum. Por desgracia, y aunque parecía que su plan les había salido a la perfección, no fue así. El Comendador sospechó antes de tiempo, y cuando vio que le faltaba un objeto tan preciado en su tesoro, envió soldados en busca de los dos hermanos. Los hallaron en los páramos, casi a punto de alcanzar su destino.

Captura de pantalla 2015-04-29 a las 14.06.00

De vuelta a Instántalor, el Comendador en persona se encargó de juzgarles y dictar sentencia: morirían decapitados, como ejemplo para todo el que ambicionara el regalo del Titán. Fueron echados a una profunda mazmorra, y allí esperaron la muerte.

Desesperados, intentaron escapar por todos los medios. Ya lo habían hecho de otras cárceles, pero en esta ocasión, el Comendador se había curado en salud, colocando guaridas que les vigilasen día y noche. Así les llegó la hora de la condena.

Captura de pantalla 2015-04-29 a las 14.08.49

Entre el griterío del pueblo, Drawets y Laurencia fueron conducidos al cadalso. Los calamburianos les lanzaban hortalizas podridas y les insultaban. Al fondo, el verdugo afilaba el hacha. Entonces Drawets, desesperado, oró al Titán. Le pidió que perdonara su ofensa, y que le diera una oportunidad. Terminó la súplica cuando abrieron la portezuela de su carromato. Ascendieron los escalones y se arrodillaron. El verdugo alzó el hacha, y Drawets lanzó una última súplica: si el Titán le perdonaba, se convertiría en su siervo, su adalid, allá donde fuera. Captura de pantalla 2015-04-29 a las 14.32.04No había otro tan locuaz como él en todo Calamburia.

Y así fue cómo, en el preciso momento en que el hacha descendía, Drawets y Laurencia desaparecieron. Volvieron a materializarse en la arboleda de Catch – Unsum. Allí escucharon las palabras del Titán: les había concedido la vida, pero estarían destinados a servirle para siempre y presidir el Torneo. Si alguna vez desobedecían sus órdenes, morirían.

Hay quien dice que los dos hermanos salieron ganando, que conservaron la vida a cambio de un privilegio que muchos desearían. Tal vez sea así desde el punto de vista de un humilde ciudadano, pero no para dos pícaros de sorprendentes habilidades improvisatorias, pues cuenta la leyenda que el Titán, apenado, les confesó que si hubieran aguardado unos días más, les habría llegado una C con su nombre.Captura de pantalla 2015-04-29 a las 14.12.26

28. EL POEMA DE KASHIRI

10440671_773636629342191_5622936004790778442_n

Contaré una leyenda

de esas que se rebelan al fuego.

Una de amor y tristeza

Que sobre el corazón permanece luego.

Habla de Kashiri, la guardiana,

de su pasado de felicidad.

De cómo fue engañada

Y la corrompió la maldad.

Era Kashiri una joven princesa,

de pelo largo, liso y rojo.

Vivía alegre, sin preocupaciones,

ni había en su alma enojo

Un verano, como otro cualquiera,

Kashiri conoció a un joven rey.

Ambos se enamoraron,

y hubo boda, como dicta la ley

 10294381_822028874502966_7206316127432642373_n

Pero en guerra cayó su reino,

y el rey hubo de partir.

Las malas noticias llegaron:

Herido estaba, a punto de morir.

No le quedaba hálito

cuando Kashiri le vio.

Un último beso en los labios

Y su alma voló

Despechada, maldijo Kashiri,

y su maldición fue escuchada.

Acudió el señor del Inframundo,

para tratar sobre el alma robada

Una por otra, dijo el demonio,

una por otra, concedió la mujer.

El príncipe se sintió resucitar,

y ella se notó a perecer.

Al Infierno descendió Kashiri,

sintiéndose fuerte por su amor.

Y cuando al demonio hizo frente

Fue capaz de causarle pavor.

Robole el báculo,

Aquella gran fuente de control.

Y así se erigió Emperatriz,

A cambio de nuca más ver el sol.

Era poderosa en su reino,

ni viva ni muerta, ni dueña ni esclava.

No hallaría más a su príncipe,

ni el amor que le profesaba

Había quedado maldita,

ya no podía salir.

Sólo un nuevo amor despechado,

Le daría fuerzas para resurgir.

11081313_855204057852114_4150629055764215543_n


Warning: Undefined array key "opcion_cookie" in /srv/vhost/reinodecalamburia.com/home/html/wp-content/plugins/click-datos-lopd/public/class-cdlopd-public.php on line 416

Warning: Undefined variable $input_porcentaje in /srv/vhost/reinodecalamburia.com/home/html/wp-content/plugins/click-datos-lopd/public/class-cdlopd-public.php on line 484