Las Amazonas

Hace muchos años, cuando los Salvajes dominaban la tierra de Calamburia, la esposa de uno de los líderes, llamada Akanni, asesinó a su marido porque éste era cruel con ella. La muerte fue a vista de todos, pues Akanni no deseaba que se la viera como una cobarde, de modo que mientras su esposo hablaba a su tribu le degolló con un cuchillo. La tribu no supo cómo reaccionar, pero Akanni no tardó en proclamarse líder de todos ellos, prometiéndoles que lo haría mucho mejor que su esposo, y que les conduciría a nuevas tierras que conquistar.

Así fue cómo nació la primera tribu de salvajes liderada por una mujer.

Sin embargo, la noticia de cómo Akanni había llegado al poder no sentó bien a los líderes de las tribus vecinas, que una y otra vez intentaron conquistar sus tierras y eliminarla. Akanni conseguía defenderse de los ataques, pues era mejor estratega y más astuta que todos ellos, pero no tardó en comprender que nunca la dejarían en paz; más aún, los hombres que componían su propia tribu también deseaban arrebatarle el mandato, de modo que un día tomó una decisión:

En secreto, habló con todas las mujeres del pueblo y las conminó a viajar lejos, a esas tierras que les había prometido conquistar. Su objetivo se encontraba al sur, pero no podrían hacerlo acompañadas de los hombres. Cada uno de ellos deseaba traicionarla, incluso cuando Akanni había demostrado ser mejor que ellos, de modo que tendrían que dejarlos atrás.

Y así, una noche, las mujeres de la tribu de Akanni dejaron a sus maridos durmiento y viajaron muy al sur, a las marismas, donde se instalaron con un nuevo nombre de tribu: las Amazonas.

Las amazonas son una tribu derivada de los salvajes que consta únicamente de miembros del sexo femenino. Los únicos varones que son aceptados entran como esclavos sexuales. Se les somete, se les utiliza para procrear y se acaba con su vida. Las amazonas consideran a todos los hombres propensos a la traición y, por ello, cada varón es visto como alguien de quien no hay que fiarse.

Hoy día, las amazonas ocupan y consideran su territorio a las marismas al sur de Calamburia. Esta tierra desolada y hosca ha sido su hogar durante cientos de años, pero ellas, como hicieron los salvajes en su día, también desean expandirse. Por eso de cuando en cuando organizan grupos de ataque a Instántalor, y también al este, a las tierras de los nómadas. Algunas de las tierras de occidente fueron ocupadas en su día (cerca del faro cóncavo) pero al estar prácticamente despobladas las Amazonas no tardaron en abandonarlas: a ellas lo que verdaderamente les gusta es conquistar ciudades, pueblos y terrenos habitados, y demostrar a todo el mundo que son guerreras muy a tener en cuenta.

Algunas amazonas se contratan como asesinas a sueldo, puesto que en su sociedad han aprendido muchas formas de ataques a distancia. Este es el caso de Ainía. Su destreza con la cerbatana ha hecho que algunos acudan a ella para que les libere de sus enemigos. Ainía conoce el arte de fabricación de venenos, y sabría elaborar uno que acabara con su objetivo incluso antes de que su cuerpo tocara el suelo. No obstante, Ainía guarda una intención secreta: se mezcla con los habitantes del norte y realiza contratos con ellos para conocerlos mejor, pues un día espera reunir un ejército lo suficientemente grande como para atravesar las murallas del Palacio de Ámbar.

Majají, por su parte, es con mucho la guerrera más diestra de la tribu. Algunos aseguran que, de niña, recibió la visita de una Pantera de pelo oscuro, que no era sino un poderoso espíritu de la tierra. La Pantera rugió cerca de su cuna, y el espíritu pasó del animal a la mujer. Desde entonces Majají ha recibido una bendición: sus enemigos han comprobado que resulta muy difícil de matar. Es extraordinariamente fuerte y resistente, y sana sus heridas a un nivel mucho más acelerado que el resto. Los miembros de su tribu aseguran que la Pantera Oscura la protege.

Las Amazonas son una amenaza para las tierras más civilizadas, pero algunos aseguran que. Como sucedió en el pasado con Akanni, si ellas gobernaran la tierra no volvería a conocer la guerra.

Otros, por contra, no ven más que a unas fieras guerreras capaces de acabar con todo el que se interponga en su camino, en especial si es un hombre.  


LAS AMAZONAS

Presentación

Hace muchos años su tribu se separó de los salvajes que vivían en las montañas y viajó al sur para habitar las marismas. Allí se transformaron en una sociedad compuesta únicamente por mujeres, donde los hombres no son más que meros esclavos. Son fieras guerreras que no temen a nada ni a nadie, ¡lanzad un fuerte grito para saludar a las Amazonas!


La pareja

Majají. Pantera oscura

Entre las Amazonas es conocida como una de las guerreras más feroces e implacables. Sabe luchar con una decena de armas, pero su puntería con el arco es legendaria. Sin embargo, quienes sólo la creen una salvaje están muy equivocados, pues habita en su interior un antiguo espíritu de la tierra, capaz de salvar su vida incluso en las más duras condiciones. ¡Un saludo para Majají. Pantera oscura!

Ainía. Corazón de fuego

Es una experta rastreadora y una cazadora sin igual. Los dardos de su cerbatana están impregnados con los venenos más mortíferos, y más de una vez han sido empleados para asesinar por encargo. Sin embargo ella tiene un deseo aún más ambicioso que el de ser asesina a sueldo: conquistar un día toda Calamburia. ¡Ella es Ainía. Corazón de fuego!

El legado Real

«Yo no he perdido jamás… ¡jamás!» Fueron las últimas palabras del a reina Urraca antes de ser destronada. Por muchos años vagó como desterrada por toda la tierra de Calamburia. Hay quien incluso la llegó a ver mendigando comida por las calles de Intántalor. Sin embargo un día su promesa se cumplió: el trono volvió a ser suyo, gracias a la ayuda de la reina madre, Sancha III.

 

Nadie pensaba que esto pudiera ocurrir, pero en efecto Urraca había cumplido su promesa… y además estaba embarazada.

Algunos -los pocos que tenían algo de confianza con la monarca- se atrevieron a preguntarle quién era el padre, pero Urraca nunca quiso confesar. Sólo repetía una y otra vez que ese hijo sería el futuro monarca de Calamburia, y que traería la paz que por tantos años se había esperado.

Y al fin el niño nació. Urraca le puso el nombre de su abuela: Sancho. El joven se crió el la corte, recibiendo la mejor de las educaciones para ser Rey: uno que fuera fiel a su legado, que supiera de leyes, de economía… y de combate, pues Urraca sabía muy bien que cualquier búsqueda de la paz traía consigo un enfrentamiento previo.

Así pues buscó entre los mejores espadachines y maestros. No obstante, muchos habían fallecido en guerras anteriores, o incluso habían sido ejecutados por ella misma. Quedaba poco dónde elegir.

Fue Sancha quien dio la respuesta: recordaba el nombre de un veterano capitán de la guardia. Fue desterrado hacía tiempo, pues se volvió del lado de Rodrigo el Perturbado cuando Urraca tomó el trono por primera vez, pero había servido durante mucho tiempo a Sancha y había demostrado ser más que eficiente. Sancha no recordaba un mejor maestro de la espada… y sí, aún continuaba vivo, ganándose el pan como mercenario.

Fue difícil dar con él, pues había hallado el modo de ocultar su verdadera identidad, pero finalmente, el capitán Landon McQuaid recibió la propuesta de limpiar su historial si se transformaba en tutor del joven Sancho. McQuaid, que a pesar de su lealtad a Rodrigo anhelaba volver a vestir con honor los galones de capitán, aceptó.

Sin embargo, la tutoría de el joven Sancho está resultando más complicada de lo que Landon pensaba. Los últimos años se los ha pasado forjando una amistad con el monarca, pero también intentando enseñarle que no todas las decisiones de su madre han sido correctas, y que reinar en Calamburia es una tarea que exige no sólo de inteligencia, sino de mucha astucia para evitar las posibles traiciones, y de bondad.

Sobre todo de bondad.

Mientras intenta inculcar estos valores, también entrena a Sancho en el arte del florete, un arma reservada para los soldados de la guardia: elegante, grácil y mortal.

Por suerte, y a pesar de que entrenar a un adolescente es complicado, y más aún si éste se encuentra constantemente influenciado por las ideas de su madre, McQuaid es de los que piensan que Sancho podría traer una larga estabilidad al reino.

Pero hay ciertos rumores que ha comenzado a escuchar en los oscuros rincones de palacio: algunos susurran, no sin miedo, que Sancho no es hijo natural de Urraca, pues ésta quedó estéril hace mucho tiempo.

McQuaid no ha hecho mucho caso de estas habladurías… pero lo cierto es que últimamente ha empezado a observar con detenimiento los rasgos de su pupilo, y no ha encontrado en ellos nada que le recuerde a su madre.

Con toda seguridad no hay importancia en este detalle. Sancho, se dice McQuaid, habrá heredado las facciones de su padre… pero el capitán, que también es veterano en lo que se refiere a conjuras y engaños, ha notado cómo le nacía en el centro del estómago cierta inquietud… una necesidad por indagar sobre los orígenes del joven Sancho I, y comprobar si los rumores son falsos…

O ciertos.


EL LEGADO REAL

Presentación

Llevan entrenando y preparándose mucho tiempo, pero al fin han decidido darse a conocer al mundo. Se definen como la nueva esperanza de Calamburia: un nuevo orden capaz de instaurar una paz que dure para siempre. ¿Serán capaces de conseguirlo? Son valientes, son audaces… ¡Son el Legado Real!


La pareja

Sancho I

Es el mismísimo heredero al trono de Calamburia, hijo de la Reina Urraca. Ha sido bendecido con la marca del Titán, lo que le confiere poderes sobrenaturales imposibles de predecir. Por eso unos le ven como el salvador de Calamburia, mientras que otros creen que aún no está listo para reinar. ¡Saludad, oh pueblo, a Sancho I El conquistador!

Capitán Landon McQuaid

Antaño fue capitán de la guardia de palacio, pero fue desterrado. Ha sobrevivido durante muchos años como mercenario, pues es uno de los mejores espadachines de Calamburia. Ahora ha sido reclamado por la Reina para adiestrar al joven aspirante a Rey. Un trabajo que desempeña… a pesar de su escasa paciencia. ¡Un gran aplauso para el Capitán Landon McQuaid!

Los Consejeros Umbríos

Érebos y Barastyr eran dos ávidos estudiantes en la sección de erudición de la torre arcana de Skuchaín. Eran de los más aplicados, pues demostraban gran interés por todos los conocimientos que tanto Minerva como Félix el Preclaro les enseñaban. Los dos maestros eruditos estaban muy contentos con ellos: hacían todas las tareas, y aún más que eso, pues buscaban información más allá de la necesaria para aprobar la asignatura. Ambos resultaban muy prometedores, hasta tal punto que, cuando apenas les quedaba un curso para finalizar, tanto Félix como Minerva quisieron recomendarles a la reina Sancha III para que los acogiera bajo palacio como consejeros.

Sin embargo, cuando apenas les restaban dos meses para finalizar sus estudios, les sucedió un evento que pocos conocen.

Los eruditos les enviaron a  una tarea de investigación: el objetivo era un tal Okura Rensin, un misterioso personaje que había emergido de las profundidades de la tierra y que, durante mucho tiempo, se le creyó uno de los desaparecidos hijos del dragón. Minerva, sin embargo, conocía la verdad: Okura se había presentado como el Mariscal del Fuego, un título de significado oculto. No obstante, los eruditos temían que Okura estuviera tramando algo malvado, de modo que encomendaron a Barastyr y Érebos que le siguieran y averiguaran todo sobre él.

Los dos aspirantes tuvieron que indagar mucho antes de dar con su paradero, pero cuando lo hicieron, pudieron comprobar que Okura estaba mucho más cerca de lo que creían; de hecho, hallaron su rastro bajo una red de túneles que el propio Mariscal había excavado bajo la torre de Skuchaín.

Así, los dos consejeros se introdujeron en la red de túneles y siguieron el rastro hasta comprobar que las galerías accedían a las mismísimas catacumbas de Skuchaín, y hasta una sala en concreto, cerrada férreamente, en la que se guardaba un antiguo espejo. Fue en el instante de alcanzar la sala que los consejeros hallaron a Okura, se encontraba recitando unos estremecedores ensalmos que, de alguna forma, despertaban una corriente mágica en el interior del espejo.

Dieron un paso para detenerle, pero entonces Okura fue absorbido al interior de la superficie reflectante. Luego ésta se volvió negra y viscosa. Un delgado zarcillo emergió de la superficie, como intentando escapar al exterior. Los consejeros vieron entonces que algo malo estaba a punto de emerger, e intentaron detenerlo.

En efecto así era. Aquella negrura no era sino el quinto Titán, un ser hecho de los restos de los otros cuatro, que cayó a la tierra de Calamburia al principio de los tiempos y que se hizo llamar, simplemente, Oscuridad.

La Oscuridad vivía en otra dimensión, y sólo en contadas ocasiones conseguía acceder al reino de los mortales (como, por ejemplo, cuando las brujas empezaron a investigar la magia oscura).  Pero anhelaba vivir en Calamburia y en el espejo había visto la forma de aproximarse físicamente.

Así, Érebos y Barastyr se lanzaron al espejo y, de un fuerte golpe, resquebrajaron su superficie. Al momento la sala se llenó de un viento furioso. Érebos y Barastyr intentaron protegerse, pero el viento parecía filtrarse a través de su piel. Al momento siguiente, todo paró.

Sí, aparentemente los consejeros detuvieron el mal que anidaba en el espejo. Regresaron a Félix y Minerva y les dijeron que no habían hallado a Okura. De su encuentro con aquel misterioso artefacto no dijeron nada, ni de los efectos que aquel mal hubiera podido causar en su interior.

Dos meses después fueron enviados a Palacio, para servir como asesores y guías de las decisiones de Sancha III, y recomendados por los eruditos Félix y Minerva, y por la misma directora de Skuchaín: Aurobinda.

Por desgracia, la Oscuridad que habitaba en el interior de aquel espejo no ha tardado en revelarse en el interior de los consejeros, y ha provocado que toda Calamburia se suma en tinieblas y caos. Durante un tiempo, los dos Erebos y Barastyr lograron mantener el secreto de su espantosa naturaleza. Sin embargo, llegados a un punto se han revelado como lo que son: los Consejeros Umbríos. Embajadores de la mismísima Oscuridad, un ser sobrehumano -uno de los grandes Titanes, según dicen algunos- de gran poder, que pretende reinar Calamburia desde el terror.

Detener a los consejeros umbríos es la labor que empeña a todos los héroes de Calamburia. De no hacerlo, muy pronto la oscuridad habrá invadido cada rincón de la tierra y los calamburianos quedarán esclavizados para siempre.

Por fortuna parece que hay esperanza, aunque el procedimiento no es nada sencillo: hallar a los siete seres de luz; representantes máximos de la bondad y la justicia, capaces de frenar el mal y devolver todo a la normalidad.


LOS CONSEJEROS UMBRÍOS

Presentación

Son dos personas de apariencia bondadosa… o lo eran. Desde que fueron invadidos por la Oscuridad se han convertido en avatares del mal. ¡Ellos han sumido Calamburia bajo las tinieblas! Guardaos de sus consejos y del terrible poder que emanan ¡Ellos son, los Consejeros Umbríos!


La pareja

Barastyr

Antaño fue un notable sabio y erudito, discípulo de los mejores maestros de Skuchain. Hoy, es el hombre que susurra consejos a la Reina en Sueños. El mal se ha adueñado de su corazón y de su misma alma ¡Una reverencia para Barastyr!

Érebos

Él solía recorrer los pasillos de la torre arcana de Skuchaín, siempre buscando libros de ciencia oculta para incrementar su sabiduría. Un día se topó con algo peculiar: un espejo en el que ocultaba un antiguo secreto. Desde que se vio reflejado en él, su rostro ha cambiado para transformarse en la viva imagen de la maldad ¡Un saludo para Érebos!

 

Los Colonos

Walter Kennedy siempre fue un soñador. Trabajaba en su tienda de venta de alfombras, un negocio que había heredado de su padre, y que le procuraba unas rentas más que generosas. Podría haberse retirado, mientras veía cómo sus ganancias aumentaban año a año, pero él quería más. Deseaba recorrer mundo, vivir aventuras, ¡revelar secretos ocultos para los hombres! Y deseaba vivir todas esas nuevas experiencias montado en un barco. Algo en su interior le llamaba a transformarse en marino.

De modo que un día empezó a ahorrar parte de sus ganancias y a destinarlas a un ambicioso proyecto: deseaba comprarse un barco, un buen navío de tres palos, conseguir una tripulación y surcar los mares para vivir aventuras. Ahorró durante años, pero al fin un día consiguió el dinero suficiente, de modo que vendió su negocio de alfombras, y sin apenas conocer cómo se manejaba un barco, compró los servicios de una docena de marinos experimentados y se lanzó al mar. A partir de entonces todo el mundo le llamaría Capitán.

Sus viajes le procuraron muchas aventuras, y también algo de dinero. No ganaba tanto como cuando era comerciante, pero era feliz.

Pero un día le sucedió algo que no esperaba. Mientras su barco recorría las aguas en mitad de la noche, el vigía dio la voz de alarma: había un velero encallado cerca de los arrecifes que rodeaban la isla Kalzaria. Al aproximarse, la tripulación del Capitán halló un único superviviente: James Fox. A pesar de que llevaba días sin comer, y de que el salitre había agrietado sus labios, el joven marino no perdía la sonrisa: tenía algo importante que contar.

En cuanto se hubo recuperado, Fox relató a la tripulación que su barco se había perdido en un banco de niebla. Cuando lograron salir, fueron a dar a una porción de mar que no se correspondía con ninguna de las cartas de navegación. A lo lejos el vigía vislumbró tierra. Una tierra desconocida e inexplorada llena de nuevas oportunidades. Los marineros decidieron poner rumbo hacia allí para explorar, pero les atrapó una furiosa tormenta que les arrojó a las aguas. Sólo él consiguió vivir… gracias a la ayuda de una amistosa y bella tritona.

Los relatos de los tritones eran frecuentes entre los marinos pero, ¿una tierra nueva? ¡Aquélla sí que era una gran noticia! Al momento, la cabeza del Capitán se llenó de nuevas ilusiones. Con James Fox ya integrado en su tripulación, regresó a Calamburia y pidió audiencia con la reina Sancha para proponerle un proyecto: crear una flota de barcos colonizadores que se alejaran del continente en busca de nuevas fronteras.

Sin embargo, a la Reina todas aquellas historias le parecieron una patraña. ¿Cómo iban a ser ciertas? En cientos de años nadie, nunca, se había encontrado con tierra más allá del continente y de la isla Kalzaria.Y así rechazó subvencionar el proyecto.

Pero el Capitán Kennedy no pensaba rendirse tan fácilmente. Con los pocos ahorros que le quedaban pagó a los inventores Teslo y Katurian para que implementaran ciertas modificaciones en su barco que le permitieran navegar más rápido y mejor, ¡y vaya si lo consiguieron!

Hoy día, el navío de los colonos se dedica a cartografiar los mares más allá de lo que ninguna otra nave lo haya hecho jamás, tras la esperanza de encontrar la tierra que un día avistó el joven James Fox y alcanzar, de este modo, una fama que les otorgará el favor de la Reina, y que les introducirá en la historia de Calamburia.

Con el tiempo, Fox dejó el oficio de marino para asentarse en tierra y vivir una vida algo más… estable (algunos dicen que continúa enamorado de la tritona, y que por eso mismo ha decidido remendarse y hacer su vida como una persona “normal”), de modo que Walter Kennedy ha decidido contratar un nuevo grumete: Cameron, un muchacho lleno de pasión -tal vez demasiada pasión- por el mar, por navegar, vivir aventuras… y viajar a la isla Kalzaria. Está obsesionado por conocer a Mairim Lancaster. Con el tiempo Walter ha deducido que su grumete, en realidad, lo que desea es casarse con la señora de la isla. En el fondo, esto no le importa siempre y cuando Katrina se modere y entienda que hay otros viajes como prioridad… y que quizás sea él quien contraiga matrimonio con la señora de la isla.

Lo que no le ha gustado tanto han sido los rumores que corren en Instántalor, y que aseguran que Cameron es de la familia Colby, un noble venido a menos que, por no poder heredar lo suficiente, fue obligado a vivir una vida monacal. Peor aún… hay quien dice que en realidad su grumete no es un chico… ¡sino una mujer!

¡Tonterías! Eso no son más que habladurías de otros marineros envidiosos, que anhelan llevar una vida como la del capitán, tan colmada de aventuras y proyectos.

 


LOS COLONOS

Presentación

Son expertos marinos que desean estar al servicio de la Reina con una única misión: navegar más allá de la tierra de Calamburia, salvar los peligros que puedan ofrecerles los mares ignotos y, si tienen la suerte de hallar tierra desconocida, reclamarla para gloria de la Corona. ¡Ellos son, los Colonos!


La pareja

Capitán Walter Kennedy

No era más que un simple comerciante, pero siempre tuvo un sueño: conseguir un barco y surcar los mares con él. Ahora que ha ahorrado el dinero suficiente para comprarse un navío, sólo desea que la Reina se fije en su proyecto y subvenciones de una vez sus viajes.

¡Un honorable saludo para el capitán Walter Kennedy!

 

Cameron el Imberbe

Es un apasionado del mar, los marineros… e incluso los piratas! Su sueño es viajar a Kalzaria y conocer en persona a Mairim Lancaster, la señora de esas tierras.  Hay quien asegura que lleva una doble vida y que, en ocasiones, viste ropas monacales para servir a la iglesia… como novicia! Es sin duda una mentira, pues él está hecho todo un hombre.

¡Un saludo para Cameron el imberbe!


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